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miércoles, 23 de octubre de 2013

Hablando con el nono Carlos

Cumpleaños de mi prima. Vasito de gaseosa, chicitos, palitos y papas fritas sobre una mesa redonda. En la tele hay un partido de la B Nacional. Estoy solo con el nono. "Terrible patada" dijo el relator. Hay invasión de cancha. Miro al nono y comento:

- Nono, como se dan estos muchachos ¡El árbitro es un desastre!
- Si, una vergüenza, la verdad. Me hace acordar a nosotros en el barrio "Los Paraísos".
- ¿Dónde?
- En Alberdi, Córdoba...

- ¿Qué pasó en "Los Paraísos"?
-Teníamos un equipo de fútbol en ese barrio, éramos los fundadores y armábamos el plantel con un par de muchachos del lugar más algunos que simpatizaban con nosotros. Nos reuníamos, casi siempre, en la casa de uno de ellos. Ahí nos concentrábamos en la noche previa al partido, por lo general eran los sábados. Comíamos y disfrutábamos de una cantidad inmensa de canciones provenientes de un tocadiscos muy antiguo, uno de esos que tenían una manivela para darle cuerda, de esta manera escuchábamos los discos de pasta mientras jugábamos al Truco. A los perdedores les tocaba la tarea de pasar música...

 -¿Pasar música, nono?
- Si, parece una papa. Pero el tema es que la manivela se había roto y éstos tenían que girar el disco con los dedos ¡Imagínate los gritos de los vagos cuando el musiquero se cansaba y la música empezaba a ir lenta como una canción de opera!

Jugábamos casi todos los domingos en una cancha que teníamos al lado del "Japón", un colegio que estaba rodeado, justamente, de paraísos. Teníamos la sede y el bufett, ademas la venta de comidas y bebidas, estaba todo bien organizado. Si hacíamos de locales, a las diez de la mañana jugaban los chicos de entre diez y doce años, luego cuando ya era el mediodía aparecían las chicas que hacían gimnasia artística con el propósito de entretener a toda nuestra gente que nos iba a acompañar. Esta rutina la sabíamos prácticamente de memoria, ya que era la previa del picadito que se venía. Pero este partido fue inolvidable, tan así que rompió la rutina en pedazos y hasta marcó un antes y un después en la historia de Los Paraísos. ¡Uff! Y pensar que jugábamos en "Los paraísos..."

- ¿Y qué pasó?
Pasó que estábamos mal de la cabeza porque era un domingo de febrero tremendamente caluroso y el problema fue que se nos puso en la cabeza la idea de organizar un "campeonato relámpago" con 14 equipos muy buenos y de barrios muy pesados. Ese día no hubo canilla, ni tobillo sano. Con eso te resumo todo.

Los dos equipos nuestros, los locales, llegaron a semifinales. A Nosotros nos tocó jugar con los de Villa Industrial, vecinos y enemigos a muerte. Los otros hicieron lo suyo con un club del barrio Las Flores, llamado Las Violetas, que a pesar de su nombre, era un equipo muy aguerrido y los muchachos eran guapos de verdad ¡No sabés lo que pegaban!

- ¡Quién te conoce Champions League!
Te cuento que le ganamos a Villa Industrial por uno a cero, los locos quedaron con la sangre en el ojo y de la misma calentura de la derrota tomaron la decisión de unirse con los otros, los que venían del barrio de Las Flores. Si, con Las violetas.

- Se vino la final...
- Se vino nomas: Pelota en el piso, señal del árbitro y arrancó el partido con el rejunte. El encuentro empezó muy parejo, nos fuimos a descansar con el cero a cero clavado en el marcador.El segundo tiempo parecía que iba a ser idéntico al primero hasta que una falta dentro de nuestra área hizo que el referí cobrara penal a favor de los nuestros.

- ¡Uhhhh!
- Los ánimos se caldearon, silencio en el estadio y ¡Gooool!
- ¡El nono campeón, señores!
- Nooo, para nada ¡Ahí fue donde se pudrió todo! Arrancaron los gritos e insultos al juez y a nosotros. Nuestra gente, madres, mujeres y hermanas de nuestros jugadores les contestaban y se burlaban de ellos, se les mataban de risa en la cara, típico de hinchada...

- Entonces el partido se suspendió y ahora si ¡El nono campeón, señores!
- Nooo, porque el partido nunca se reanudó. Vimos como cortaban con bronca las ramas de los paraísos para agarrarnos a ramazos. Las mujeres, nuestras hinchas, comenzaron a  piedrazos contra los otros. En un momento nos acorralaron contra la mesa donde se estaban haciendo los chorizos a la pomarola. Fue ahí donde el cocinero agarró los choris calientes y entró a revolearselos a los contrarios como si fueran piedras. Doña blanca, que dios la tenga en la gloria, agarró a uno que era el más violento y lo mató a sartenazos. Imaginate el lío que se armo que cayó hasta la policía. Fue un gusto ver disparar a los guapos por el medio del campo...

- Listo ¡El nono campeón! Seguro volvieron triunfantes y en caravana...
- Nooo. No podíamos, imaginate el panorama: Los chorizos y la carne rodaron por el piso, los organizadores del campeonato estaban en cuero, algunos hechos pelota, nuestra hinchada y nosotros también, todos lastimados como en una pos batalla campal. El problema fue que nosotros éramos locales y no podíamos rajar para ningún lado, por ende... ¡La policía nos llevó en cana a todos!
Estuvimos en la comisaría del pueblo hasta las ocho de la noche y podríamos haber estado mucho más tiempo pero gracias al bochinche y el quilombo de nuestra hinchada (Los gritos de las mujeres) nos mandaron a todos para nuestras casas. Al final, el campeonato quedó sin ganador, pero ellos se habrán cansado de correr...




propio
Fotografía original (Fuente: Ropero del nono)


- Nono ¿Cuál sos vos?"
- El segundo de abajo (Contando de izquierda a derecha). Si te fijas bien en la foto somos 10. Falta uno…
-¿Porque no estaba?"
- Cagadera, estaba en el baño... (Literal) 

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